La primera es la comprensión de las características de los fármacos y las enfermedades. Están capacitados profesionalmente y pueden determinar fácilmente el alcance de algunos síntomas menores.
El segundo es ser más paciente y trabajador, más autodisciplinado y más tolerante que la gente corriente.
El tercero es tener más contacto con la industria médica, especialmente cuando los familiares están enfermos y necesitan cirugía.