La ventaja es: para los estudiantes que son buenos en matemáticas, física y química, la base de conocimientos nacional es suficiente para una transición sin problemas; para los estudiantes que no son particularmente buenos en matemáticas, física y química, los británicos; El sistema curricular tiene más opciones. Además, en esta etapa, la capacidad de aprendizaje y la adaptabilidad de los niños deberían ser bastante fuertes y su velocidad de integración debería ser mucho más rápida que la de los estudiantes que viajan al extranjero para estudiar universidades o maestrías.
La dificultad está en superar las diferencias culturales, las dificultades lingüísticas, la soledad y la nostalgia, y adaptarse al máximo al pensamiento occidental, lo que requiere un cierto tiempo de transición.