El consumo conspicuo se refiere al comportamiento de consumo de gastar en bienes o servicios con el fin de mostrar riqueza o ingresos. Los "bienes llamativos", también conocidos como artículos de lujo, se utilizan para resaltar la identidad, el estatus y los bienes, cuanto más caros son, más gente quiere comprarlos. Por ejemplo: joyas, bolsos de diseñador y otros artículos. Los consumidores conspicuos quieren utilizar este comportamiento para mantener o ganar su estatus social.
Desde la perspectiva de la teoría de la demanda, cuanto mayor sea el precio, menor será la cantidad demandada. Sin embargo, los bienes llamativos son una excepción a la teoría de la demanda, porque cuanto mayor es el precio de los bienes llamativos, mayor es la demanda, por lo que el comportamiento de consumo de los bienes llamativos no cumple con los principios de la teoría de la demanda.
El término "consumo conspicuo" fue acuñado por el economista y sociólogo Thorstein Veblen en su libro de 1899 "La teoría de la clase ociosa".
El consumo en servicios, educación e inversión en capital humano se denomina consumo no conspicuo.