La responsabilidad es clave.
En el camino de la educación vocacional secundaria, elegir pagar o salir del paso es una elección que todo docente debe enfrentar. Un verdadero educador tiene un sentido de responsabilidad hacia sí mismo y sus alumnos. Aprecian su juventud y siguen aprendiendo, sólo para convertirse en la luz en los corazones de los estudiantes.
El amor es motivación.
Sobre la base de un sentido de responsabilidad, calienta a cada estudiante con amor y descubrirás que los beneficios de tu trabajo se duplicarán. La labor del director no es sólo gestionar, sino también cuidar y orientar. Sólo amando verdaderamente con el corazón podrás convertirte en esa persona en el corazón de los estudiantes.