Las ventajas de utilizar la primera persona en la poesía en prosa

Canción del Águila

Soy hijo del cielo, amigo íntimo de las nubes extrañas y confidente del viento impredecible. Mi nombre es Águila.

Mirando hacia arriba desde el suelo, soy una cometa con una cuerda rota, flotando en el viento en el cielo azul brumoso; mirando hacia abajo desde el cielo, soy un pequeño barco sin vela, a la deriva con el olas en el vasto mar de nubes. ¡Continúa, no! El hecho es que no son el viento y las nubes los que me controlan, sino mi control del flujo de aire a gran altura, porque estoy volando.

Mi vida es una vida de volar. Volar es la misión que me ha dado el Creador. Constituye mi vida de principio a fin y recorre mi única vida. Como vine a volar, eventualmente dejaré de volar. Luego me despido de la tierra de mi ciudad natal, tomo el nivel del mar como punto de partida y elijo exiliarme al cielo. No me arrepiento y doy gracias a Dios por este regalo especial.

Arriba, otra vez arriba, siempre arriba. Cuando extendí las alas del cuchillo de acero, la única entidad material en el vacío, sentí una oleada de emoción en mi corazón. Anhelo estar lo más cerca posible del sol, lejos del desierto atestado y desolado; respirar un aire menos turbio, y finalmente bañarme en la luz que penetra el alma.

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