El 131I radiactivo se ha utilizado para tratar el hipertiroidismo durante más de 70 años. Este método es simple, económico y tiene una alta tasa de curación. No se han reportado reacciones teratogénicas, cancerígenas o adversas. En términos generales, el yodo radiactivo tiene las siguientes tres ventajas en el tratamiento del hipertiroidismo.
(1) Seguridad: La glándula tiroides tiene la función de recolectar yodo, y la mayor parte del yodo absorbido por el cuerpo humano es absorbido por la glándula tiroides. Esta característica evita que el yodo radiactivo "corra" por el cuerpo, pero actúa directamente sobre la glándula tiroides con un objetivo preciso. En segundo lugar, el rango máximo de rayos beta liberados por la desintegración del yodo radiactivo es de sólo 2,2 mm, lo que afecta principalmente al tejido tiroideo. La probabilidad de "lesión accidental" a los tejidos y órganos que rodean la tiroides es muy pequeña, por lo que es eficaz y seguro, y se conoce como "tratamiento quirúrgico sin cirugía".
(2) Eficaz: el médico comprueba la función de absorción de yodo de la glándula tiroides, mide el tamaño de la glándula tiroides, evalúa el estado del paciente y formula una "orden privada" para la dosis de tratamiento para el paciente La tasa de curación después de la administración oral es del 50% al 80%. Algunos pacientes requieren dos tratamientos para recuperarse. Por supuesto, debido a diferencias individuales, un número muy pequeño de pacientes puede requerir de 3 a 4 tratamientos.
(3) Curación radical: el yodo radiactivo destruye directamente las células tiroideas a través de los rayos beta, reduciendo la producción de hormonas tiroideas, y la tasa de curación radical es alta. En términos generales, la probabilidad de recurrencia es sólo del 1% al 4%.
En resumen, el 131I es un método sencillo, eficaz, seguro y fiable para tratar el hipertiroidismo. Los pacientes con hipertiroidismo no deben dejarse intimidar por la "radiactividad".