Con base en la práctica judicial, la clave para distinguir el delito de lesiones dolosas del delito de homicidio doloso reside en conocer el contenido intencional del autor. Si el actor sabe que su conducta conducirá a la muerte y espera o permite que la muerte ocurra, incluso si no conduce a la muerte, debe ser condenado por homicidio intencional si el actor sólo daña intencionalmente a otros y espera o permite; Para que se produzca el daño, incluso si la persona lesionada muere accidentalmente debido a lesiones excesivas, solo debe ser condenada por lesión intencional. El contenido doloso del delito de lesiones intencionales es únicamente dañar el cuerpo ajeno, sin intención de privar a otros de la vida; el delito de homicidio doloso es privar intencional e ilegalmente a otros de la vida, o mostrarse indiferentes ante el; vidas de otros y permitir que las consecuencias de la muerte ocurran cuando existe la obligación de prevenir la muerte de otros. Para el acto de apuñalar a alguien con un cuchillo, si está preparado con anticipación y actúa sin restricciones cuando ocurre la lesión, es más probable que se trate de un homicidio intencional.
Por lo tanto, para juzgar correctamente el contenido específico de la intencionalidad, debemos analizar exhaustivamente todos los hechos del caso, adherirnos al principio de coherencia entre subjetividad y objetividad, y considerar no solo el nivel de conocimiento y capacidad de comportamiento del perpetrador, sino también el entorno objetivo y todo el proceso de comisión de un delito. Sólo tras el esclarecimiento de todos los hechos del caso se podrá determinar con precisión el contenido específico de los elementos subjetivos del autor.