La mejor manera de educar a los niños es hablar bien. ¿Hablar bien puede realmente educar a los niños?

Educar bien a un niño no se puede cuantificar. Esto no significa que enseñar algo a los niños definitivamente los hará exitosos. Enseñar a los niños a hablar correctamente es de hecho un paso clave en la educación de los niños. No importa lo que su hijo quiera hacer en la vida, ¡las buenas habilidades de comunicación pueden ayudarlo a tener éxito! Ya sea algo tan grande como seguir una carrera o algo tan pequeño como explicar que necesita ayuda, necesita expresarse de manera apropiada y efectiva.

Entonces, ¿cómo educar a los niños para que hablen correctamente?

Participar en algunas actividades grupales. La comunicación es más que simplemente escribir, hablar y escuchar. Poder trabajar bien con los demás es muy importante. Confía en ellos, apóyalos y compréndelos. Participar en actividades amigables pero desafiantes, como algunas actividades grupales, puede abrir la inteligencia emocional de los niños y comprender las necesidades de los demás. A medida que aprenden nuevas habilidades de exploración, también aprenden nuevas habilidades de comunicación y desarrollan un vocabulario más amplio para comunicarse.

Las actividades de hablar en público comienzan con juegos de hablar en público en casa para mejorar las habilidades de escucha y habla de los niños, como el viejo clásico "Teléfono" y los cuentacuentos. Progreso en la presentación de discursos cortos en casa. Podrías prepararlo para hablar en público con adolescentes locales (si los hay). Hay varios recursos en Internet para promover las actividades de oratoria de su hijo, como plantillas de discursos, concursos en línea y consejos generales.

Resolución de conflictos Tú y tus hijos podéis practicar la resolución de conflictos a través de juegos de corte. Cuando el niño tenía unos 8 o 10 años, a menudo le gustaba actuar como abogado de peluches y discutir tonterías en el "tribunal". A veces me piden que sea juez. Cada uno expresa su punto de vista y yo hago preguntas para ayudarlos a proteger a sus clientes. Luego, cuando escucho toda la información, muestro mis habilidades de escucha activa repitiendo lo que escuché y exponiendo mis conclusiones. Esta es una excelente manera de mejorar sus habilidades de comunicación oral a medida que aprenden a presentar información importante. También modelamos un buen contacto visual y hacemos preguntas de seguimiento para aclarar los mensajes.

Fomente la mayor conversación posible. Como padre, es importante animar a sus hijos a iniciar o unirse a tantas conversaciones como sea posible. Sabemos que a medida que los niños se desarrollan y crecen, aprenden a socializar practicando sus habilidades de conversación en rápido desarrollo mientras observan lo que les funciona en diferentes situaciones. Pero hay que saber que también es importante que los adultos, especialmente los padres, ayuden a los niños a practicar estas habilidades. Comience con conversaciones informales, como cuando cocinan juntos o viajan en autobús. Si están juntos en el auto, pueden hablar sobre el lugar al que van, discutir el destino y preguntarle a su hijo cómo se siente. Si trabajan juntos en la cocina, pueden fomentar la conversación hablando sobre recetas y pasos relacionados. Participe respondiendo las preguntas de su hijo, especialmente si siente que su hijo está ansioso por participar.

Ayudar a los niños a convertirse en buenos comunicadores no tiene por qué ser un desafío difícil o desalentador. A medida que los niños crecen, los beneficios de las habilidades de comunicación efectiva se vuelven evidentes. Te sentirás orgulloso cuando los veas en situaciones sociales y te des cuenta de que son excelentes oyentes y tienen excelentes habilidades interpersonales. Enseñar a sus hijos habilidades de comunicación también será beneficioso para usted como padre, porque los padres se benefician de que los niños sepan cómo decirle cómo se sienten.

Las habilidades de comunicación son muy importantes para los niños de todas las edades. Ser capaz de explicar cómo se siente o qué quiere es tan importante para un niño que tiene una rabieta como para un adolescente que solicita un trabajo. Para intercambiar información significativa y mantener relaciones saludables, todos debemos poder comunicarnos.

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