Comunicación honesta
Aunque una educación demasiado intensa conmocionará los corazones de los niños, podemos comunicarnos con ellos con franqueza y decirles la importancia de valorar la comida y los errores de su comportamiento. Esto también puede lograr fines educativos.
Supervisión continua
Educar a los niños a no desperdiciar alimentos no se consigue de la noche a la mañana. A medida que los niños crecen, debemos monitorear y guiar constantemente su comportamiento. Una vez que descubra que su hijo está desperdiciando comida, corríjalo de inmediato.
Orientación al paciente
Enseñar a los niños a no desperdiciar alimentos requiere de la paciencia de los padres. Ayude a los niños a desarrollar buenos hábitos de valorar la comida mediante orientación y corrección diarias. Si sigues esto durante mucho tiempo, tus hijos naturalmente dejarán de desperdiciar comida.