En el antiguo Egipto hace 5.000 años, vivía una mujer inteligente, Cleopatra, también conocida como Cleopatra. No sólo es increíble, sino que también tiene muchísimo conocimiento. Fue una de las primeras matemáticas y químicas y escribió libros sobre medicina y cosmética. Sabía utilizar flores y plantas para la belleza, la salud y el placer. Se dice que Antonio era un apuesto príncipe de Roma que tenía muchos admiradores, pero nunca se dejó impresionar por ninguna mujer. Cleopatra les dijo a las chicas que esparcieran preciosos pétalos de rosas en su barco. Cleopatra estaba entre los pétalos de 2 metros de espesor, y esos hermosos pétalos volaban detrás de ella. La dulce fragancia fue llevada lentamente por la brisa del mar hasta el barco que transportaba a Anthony. Antonio se sintió atraído por la hermosa mujer y su fragancia frente a él, y no pudo evitar caminar hacia Cleopatra.
Se dice que Cleopatra fue la primera persona en utilizar incienso. A partir de entonces, la gente siguió su ejemplo y empezó a utilizar e inventar diversos inciensos. En aquella época, la tecnología no era avanzada y no existían aceites esenciales aromáticos. Simplemente utilizaban flores para bañarse o hacer mascarillas faciales. Se utiliza para tratar algunas enfermedades del cuerpo y por motivos de belleza. Este es el prototipo del incienso.