Políticamente, la cesión de tierras, los acuerdos arancelarios, la extraterritorialidad, la demarcación de concesiones, el trato unilateral de nación más favorecida (participación de todos los beneficios), el atraque de buques de guerra y otros privilegios han violado gravemente la dignidad y soberanía de China.
Económicamente, con el comercio de cinco puertos, los invasores extranjeros utilizaron sus privilegios de invasión para arrojar mercancías a China y saquear materias primas, arrastrando gradualmente al mercado chino al mercado capitalista mundial, y a la autosuficiencia de China. La economía feudal colapsó gradualmente. La indemnización de hasta 210.000 dólares de plata ha aumentado la carga para el pueblo.
Culturalmente, el Tratado de Nanjing permitió a los misioneros predicar, lo que profundizó aún más la penetración cultural de las potencias occidentales.
En términos de relaciones exteriores, la cobardía del gobierno Qing provocó que el estatus internacional de China cayera en picado.