Cuando era muy joven no vivía con mis padres. Cada vez que veo el cielo oscuro, mi corazón siempre se llena de un sentimiento inexplicable. Cuando era joven, no había muchos libros en mi mochila, pero cada paso que daba me parecía extremadamente pesado. Cómo desearía que el tiempo fuera tan lento como mis pasos. Vuelve otra vez en esa noche solitaria.
Cuando era muy joven sabía lo que era la soledad. En esta época siempre me viene a la mente la pequeña lámpara de encaje con capucha. Como tengo miedo a la oscuridad, necesito una luz que me acompañe cuando orino. Esa era la lámpara de mi infancia, con borlas colgando bajo la pantalla amarilla, como si escuchara las fluctuaciones de mi corazón.
Cuando crecí, fui rebelde y volví con mis padres. Sin embargo, la barrera ha abierto la distancia entre nosotros. Todos miramos el río desalentador, tratando de cruzarnos unos a otros. Cuando estaba con mis padres, me quedaba en silencio, pero la luz en mi corazón se hacía más y más brillante. De un lado de la lámpara está la soledad y la incomprensibilidad, del otro lado, un profundo anhelo. Estas luces siempre están ahí. A mí me aclara los colores oscuros. Muchas veces me parece haber caminado hacia un laberinto, tan confundido que no puedo ver la salida ni el final del camino. Pero debido a esta pequeña luz del tamaño de un frijol en mi corazón, finalmente me alejé paso a paso, incluyendo los obstáculos de mi familia. En ese momento, la luz del niño me dio coraje, fuerza y calidez en la oscuridad.
Más tarde, mi corazón ya no era tan estrecho de miras. Bajo la guía de los libros y de mis padres y maestros, aprendí a preocuparme por los demás. Era una fría noche de invierno, estaba terriblemente oscura y yo todavía estaba leyendo en mi escritorio. Justo cuando estaba a punto de apagar las luces e irme a dormir, vi pasar a un transeúnte por la ventana. Varias luces de la calle de abajo estaban rotas y me sentí nervioso. Rápidamente encendí todas las luces de la habitación, luego me agaché frente a la ventana y miré en silencio. Pero lo vi corriendo a casa. Entonces, creo que, a los ojos y al corazón de esta persona, estas luces en la habitación le darán un poco de consuelo, un poco de aliento y tal vez un poco de calidez. Aunque esta luz en la habitación no puede iluminar la oscuridad de abajo, también le dará más poder al peatón.
Cuando era niño, tenía una luz en mi corazón, que era una especie de compañerismo. Cuando era joven, tenía una luz en mi corazón que me daba valor en situaciones difíciles. Ahora hay una luz en mi corazón que nunca se apagará. Tan pronto como se enciende la luz, mi corazón se ilumina. Composición con el tema de la lámpara
La lámpara es como el sustento del alma de una persona. Al mirarlo en la oscuridad de la noche, la parte más secreta y suave de mi corazón fue tocada, como si una caja secreta se abriera de repente, y todas mis emociones salieron a la luz, flotando en la suave luz de color amarillo oscuro, una tras otra. Ves tu antiguo yo y tal vez tu yo futuro. Lo que brinda la lámpara es un apoyo que no desvanecerá su concentración.