"Convención de Locarno"
Después de la derrota de la ocupación del Ruhr, las fuerzas en Francia que abogaban por la reconciliación con Alemania gradualmente fueron ganando terreno. En 1925, Francia abogó por mejorar las relaciones con Alemania y resolver los problemas de seguridad mediante consultas. Y recibió una respuesta positiva del gobierno alemán. En octubre de 1925, países relevantes como Alemania, Francia, Bélgica, Gran Bretaña, Italia y Potier se reunieron en Locarno y concluyeron la Convención de Garantía Mutua entre Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia. Alemania firmó "Tratados de Arbitraje" con Francia y Bélgica respectivamente, estipulando que si las disputas entre ellos no pueden resolverse mediante negociaciones diplomáticas, se presentarán al Tribunal de Arbitraje o a la Corte Permanente de Justicia Internacional para que se pronuncie. Estos tratados se conocen colectivamente como el Convenio de Locarno.