A mediados del siglo XX, concretamente alrededor de 1963, los nuevos cómics japoneses, que se habían desarrollado durante más de 10 años, finalmente tuvieron una verdadera rama del cómic femenino. A diferencia de las obras de chicas dibujadas por escritores varones y de las obras creadas por unas pocas mujeres, el cómic femenino, que siempre ha estado ligado al cómic de hombre contra mujer, ha comenzado a dar un verdadero paso adelante.
Las escuelas primarias, los clubes de oratoria y los clubes Yingji tienen sus propios cómics u otros libros para niñas. Luego, en los años posteriores a Showa 41 (1966), aparecieron uno tras otro jóvenes dibujantes que más tarde fueron llamados "Showa 24".
Los cómics shoujo japoneses generalmente se refieren a cómics con un complejo de chica, que cuentan historias puras y hermosas. El término fue acuñado por primera vez por una niña de entre 6 y 18 años que tenía un complejo de niñez. Constantemente se introducen cómics shoujo, y generalmente se refieren a aquellos cómics que tienen complejo de niña, son estéticos, estéticos y aman o aman a las mujeres.
Los cómics shoujo no tienen límites claros y no están divididos por tipo de historia, estilo de pintura o trama. La mayoría de ellos tienen contenido de historia puro y hermoso, y el estilo de pintura tiende a ser perfecto. Los principales creadores de la historia son en su mayoría hombres guapos y mujeres hermosas. La mayoría de ellas son historias de amor románticas e ideales.