Hay un río, muy claro y hermoso.
Hay muchas montañas allí, muy altas y majestuosas.
La gente allí es amigable y aunque son extrañas, están dispuestas a ayudar.
La comida es muy tentadora, aunque muy picante, ¡a mí me sigue gustando!
No importa dónde esté, no importa cuánto tiempo tarde, nunca será olvidado.
¡Esta es la casa en la que vivo y amo, Liuzhou!