En la sociedad actual, el retorno de la inversión en educación para muchos estudiantes es muy bajo. Hoy en día, la educación es un componente importante del gasto de los hogares. Un niño necesita una gran inversión en educación desde el jardín de infantes hasta la escuela primaria y secundaria. Muchos niños necesitan asistir a clases de tutoría extraescolar y tener tutores. También hay muchos tipos de gastos de educación escolar, así como varias clases de intereses, todos los cuales cobran tarifas muy altas. También hay muchas tasas de matrícula para ir a la universidad, así como diversas tasas de formación. Hoy en día, después de que un estudiante universitario se gradúa, la mayor parte de su salario proviene de la base de la sociedad y apenas puede mantenerse a sí mismo. Ante la feroz competencia social, algunas enormes inversiones anteriores en educación han tenido poco efecto.
Que una persona alcance el éxito o no tiene mucho que ver con el talento, la diligencia, las oportunidades, etc. Algunos niños tienen mucho talento y sus familias han invertido mucho esfuerzo y recursos económicos. Los niños también han logrado resultados impresionantes y han recibido excelentes comentarios. Este es un raro ejemplo de alto retorno de la inversión. La mayoría de los niños son niños comunes y corrientes. Sus familias han pagado mucho por la educación, pero los beneficios no son proporcionales. Es más, los padres de algunos niños trabajaron muy duro para renunciar a ellos y, como resultado, se convirtieron en roedores. En lugar de retribuir a sus padres, continúan dependiendo del apoyo de sus padres.
El retorno de la inversión no es necesariamente proporcional. Algunos niños provienen de entornos pobres y sus familias no tienen mucho dinero para invertir en educación. Pero gracias a sus propios esfuerzos, se han convertido en talentos y élites de la sociedad. Un retorno de la inversión así es inimaginable. Los niños de otras familias comunes, confiando en sus mentes flexibles, han aprovechado las oportunidades en la sociedad y logrado un buen éxito, y el retorno de la inversión también es el opuesto.
En lugar de aumentar ciegamente la inversión en educación, que sin duda generará grandes beneficios, también debemos centrarnos en cultivar el espíritu trabajador, la capacidad independiente y la capacidad de adaptación a la sociedad de los niños. Además, la inversión en educación no es necesariamente una recompensa material. El cultivo espiritual y la mejora de los niveles de conocimiento también son activos valiosos.