Estudiante de paracaidismo

Ocurrió en agosto de 2018.

Según la Agencia Nacional de Noticias Eslovaca (TASR), en aquel momento, un paracaidista eslovaco de 33 años se disponía a realizar su primer salto en paracaídas en el pueblo de Porkoveze, a 250 kilómetros al este de Bratislava, la capital de Eslovaquia. Sin embargo, el joven paracaidista no tenía experiencia y no tenía paracaídas de emergencia.

Justo después de saltar del avión, sucedió algo inesperado: la bolsa del paracaídas se rompió y no se podía abrir normalmente. No tenía ningún paracaídas de repuesto y sólo podía dejarse caer libremente desde una altura de 1200 m. Después de perder el control, el paracaidista comenzó a caer en espiral.

Todos pensaban que el joven no tenía remedio, pero aun así fue enviado al Hospital Central Hope Slovakia. Después del examen, el médico le dijo a la gente un diagnóstico sorprendente: ¡el joven le salvó la vida!

Los medios locales creyeron que el descenso en espiral ralentizó el descenso del paracaidista, y este tuvo suerte de sobrevivir.

La capacidad del cuerpo humano para resistir golpes es realmente muy pequeña. Caer desde una altura de cuatro pisos pone en peligro la vida, y mucho menos desde una altitud de 1.200 metros. Ma cree que si tal milagro realmente ocurre, puede haber dos razones: los paracaidistas pueden encontrar resistencia hacia arriba después de encontrar un flujo de aire inestable, lo que ralentiza su velocidad de aterrizaje. La formación de espirales también significa que debe haber resistencia del aire en el trabajo, ya que la gravedad por sí sola no permitiría que una espiral cayera.

Además, tal vez la caída en espiral provocó que cayera en diagonal en lugar de vertical. Esto también puede reducir adecuadamente el impacto que recibe en el momento de la caída.