Además, los gastos de funcionamiento no escolares, como las tasas de clases por materiales y actividades didácticas complementarias, también corren a cargo únicamente de los estudiantes.
En cuanto a la razonabilidad de los cargos, no hay forma de estudiarlo y la Oficina de Precios no ha dado un estándar. En teoría, es razonable cobrar únicamente de acuerdo con una tarifa estándar común.