Cómo optimizar el control de inventario en la formación de gestión corporativa de Cheng Ju

En última instancia, el control de inventario es una gestión de inventario óptima para una empresa y una parte importante de la gestión empresarial. Por lo tanto, un buen control de inventario no es de ninguna manera una cuestión de un departamento del almacén. Sólo satisfaciendo las necesidades del centro de atención al cliente (el almacén intermedio interno es el siguiente proceso para los clientes) se puede lograr el propósito de minimizar el inventario.

Para conseguirlo, las empresas deben planificar en su conjunto. En circunstancias normales, los departamentos de ventas, suministro, producción, finanzas y otros deben cooperar entre sí para desarrollar cuotas de inventario razonables, que a menudo se revisan y ajustan según los cambios en las circunstancias.

Las cuotas de inventario se suelen dividir en tres categorías: A, B y C. El inventario máximo y el inventario mínimo se determinan respectivamente, de modo que el almacén cuente con un mecanismo de alerta temprana de inventario y logre una gestión efectiva.

Los inventarios de Clase A son generalmente variedades de alto valor y pequeñas cantidades, o variedades que tendrán un impacto grave en la empresa una vez que el inventario sea insuficiente o excesivo, y deben considerarse objetos clave de gestión;

El inventario de clase B es un inventario de uso común o de consumo normal y es el contenido principal de todo el trabajo diario de gestión de inventario. A menudo existe un patrón en las reservas máximas y mínimas de este tipo de inventario. El personal debe verificar con frecuencia si el inventario está dentro de un rango razonable. Si hay alguna anomalía, es necesario informarla al departamento de producción y ventas para evitar reservas excesivas.

El inventario de categoría C es generalmente grande en cantidad y variedad, pero de bajo valor. Los cambios en el inventario generalmente no afectan la producción y las ventas normales. Por lo general, cada variedad también necesita establecer un monto de reserva máximo y mínimo. El manejo de estas razas suele ser complejo. Generalmente, las empresas fijan precios constantes para estas variedades según sus tipos y controlan las reservas totales en función de los fondos totales ocupados. Por ejemplo, fijan un precio medio para las piezas y tuercas estándar independientemente del tamaño, y fijan un precio medio para las juntas. De esta manera, al controlar la cantidad total y el monto total, podemos controlar efectivamente el inventario razonable. En cuanto a qué variedades es necesario almacenar, se pueden ajustar según las condiciones del almacén, facilitando la gestión y reduciendo la carga de trabajo. Para referencia