El editor de edición de artículos de Charlesworth resumió algunos problemas comunes del lenguaje al editar manuscritos chinos de la siguiente manera:
El título es largo, inexacto y la escritura no está estandarizada.
La importancia del título se ha mencionado muchas veces en el artículo anterior, por lo que no es necesario enfatizarlo demasiado aquí. Hablaré principalmente de los errores que los autores suelen cometer. En primer lugar, si el recuento de palabras es demasiado largo y no lo suficientemente conciso, no sólo será perjudicial para la recuperación de la revista, sino que también resultará en la imposibilidad de resaltar puntos clave y será demasiado general.
Las revistas académicas de distintos campos tienen restricciones en el número de palabras de sus títulos. Por ejemplo, JAMA (Revista de la Asociación Médica Estadounidense) estipula que los caracteres de impresión no pueden exceder los 42 (una letra inglesa ocupa un símbolo de impresión y los espacios y signos de puntuación representan un símbolo de impresión). La Royal Mathematical Society estipula que el título no puede exceder las 12 palabras. Así que no uses palabras sin información y trata de ser conciso.
Uso inadecuado de palabras, errores tipográficos y abreviaturas
Aún recuerdo el artículo "OA Journal Praises God, English Proficiency Is a Flaw" publicado por Charlesworth en marzo del año pasado. Fue por un artículo publicado por China en PLOS One. Debido a un nombre inapropiado, China puede tener razón al entender al Creador como Naturaleza. Sin embargo, en palabras en inglés, no se puede traducir directamente como Dios, lo cual es una gran broma.
La redacción inadecuada incluye el uso inadecuado de términos profesionales, gramática, colocaciones, etc. Algunos autores incluso inventan las suyas propias, como las cianobacterias, también llamadas algas verdiazules, y otros lo traducen como “alga verdiazul”, que es completamente chinglish.
Otro problema es el uso de abreviaturas. Las abreviaturas se utilizan para facilitar el intercambio de información, pero no se deben abusar de ellas. Algunas abreviaturas son polisémicas y, a menudo, pueden provocar ambigüedad si se utilizan. Por ejemplo, AIS puede representar tanto un sistema de identificación automática como un sistema de información contable y un sistema inmunológico artificial. Por lo tanto, cuando encuentre este tipo de siglas, utilice el nombre completo.
Además de las cuestiones anteriores, hay muchas cuestiones lingüísticas de las que vale la pena hablar y que explicaremos en futuros artículos.
Referencia: Enlace al artículo de Charlesworth.