La monarquía constitucional, es decir, la "monarquía limitada", es un sistema nacional relativo a la monarquía absoluta. La monarquía constitucional es el ideal de establecer la soberanía del pueblo, limitar el poder del monarca y lograr la armonía en los asuntos sin adoptar un sistema político a través del constitucionalismo y al mismo tiempo conservar la monarquía. Se puede dividir en monarquía constitucional dual y monarquía constitucional parlamentaria.
La "Revolución Gloriosa" de Gran Bretaña sentó un precedente para una monarquía constitucional. En términos generales, el monarca es vitalicio y, por definición, tiene un estatus más alto que otros ciudadanos del país (ésta es una diferencia entre el monarca y algunos otros jefes de estado, como los dictadores). A menudo el monarca pertenece a una clase especial (nobleza), y el sistema hereditario suele ser una característica del monarca.
Aunque el monarca es el jefe de Estado, el método y alcance del ejercicio del poder del monarca variará según los sistemas de cada país; incluso en un mismo país, en diferentes épocas, el modo de producción del monarca será diferente. y el alcance del poder también variará. La monarquía constitucional está estrechamente relacionada con las condiciones nacionales y las tradiciones culturales de un país. Tiene algunos avances, pero también algunos compromisos, atrasos y limitaciones. Gran Bretaña aprobó la Declaración de Derechos después de la Revolución.
Muchos países capitalistas modernos todavía adoptan monarquías constitucionales parlamentarias, como el Reino Unido, los Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Noruega, España, Luxemburgo, Suecia, Tailandia, Japón y Camboya.
La monarquía constitucional es una de las manifestaciones del sistema representativo burgués moderno. Su esencia es que la burguesía controla el poder legislativo a través del parlamento, que es el poder estatal más importante. El sistema parlamentario británico se basa en documentos legales feudales como la Carta Magna y los Estatutos de Oxford en la Edad Media. Los principios básicos de "supremacía legal" y "poder real limitado" que establecieron formaron la base política del constitucionalismo británico. La "Revolución Gloriosa" de 1688 fue una "revolución incruenta". Como logro importante, la "Declaración de Derechos" es el texto constitucional de la monarquía constitucional. La monarquía constitucional británica moderna se basa en conservar la antigua tradición constitucional y establecer un gobierno político burgués, integrando monarquía, aristocracia y democracia.