Igual que los paraguas protegen nuestro cuerpo de la lluvia, las cejas protegen nuestros ojos de la lluvia o el sudor. Cuando la lluvia o el sudor caen, nuestra frente y cejas permiten que el agua o el sudor se escape de nuestros ojos. Nuestras cejas arqueadas permiten que la lluvia o el sudor fluyan hacia los lados de nuestra cara para mantener nuestros ojos secos. Al bloquear la lluvia o el sudor, nuestras cejas no solo nos permiten ver mejor, sino que también eliminan la sal del sudor que quema o irrita nuestros ojos.
Las cejas también tienen otras funciones. Como uno de nuestros rasgos faciales más expresivos, las cejas nos ayudan a detectar cómo se sienten las personas sin preguntar. Si una persona frunce el ceño, probablemente esté enojada o deprimida.
Más importante aún, a lo largo de los años, eysborws ha tenido un impacto cada vez mayor en nuestros conceptos de moda estética. Las cejas grandes y espesas se consideran poco atractivas, mientras que las cejas finas son más atractivas.