Para la persona que dijo esta frase le cuesta juntar más verdades y falsedades en pocas palabras que en esa frase, a quien le gusta estar solo El hombre o es una bestia o un dios. Porque es absolutamente cierto que el odio y el disgusto natural y secreto hacia la sociedad en cualquier hombre tienen algo de bestialidad salvaje, pero es muy falso que tenga algún carácter, un carácter divino, a menos que no sea por placer; de soledad, sino por amor y deseo de retirarse de una conversación superior, como se encuentra en algunas religiones paganas, Epiménides de Canadá, Roma Numa, Empédocles de Sicilia y Apolonio de Tyna; y verdaderamente, en el buceo, los antiguos ermitaños; y los santos padres de la Iglesia. Pero pocas personas se dan cuenta de qué es la soledad y hasta dónde llega. Porque la multitud no es compañía; los rostros no son más que cuadros en una galería; la conversación no es más que címbalos que tintinean, y allí no hay amor. La máxima latina se ajusta un poco a esto: cuanto mayor es el ciudadano, mayor es el solitario; pues en las grandes ciudades los amigos están dispersos, de modo que en la mayoría de los casos esta amistad no existe en las comunidades más pequeñas; Pero podemos ir más allá, y afirmar con toda verdad, que la falta de verdaderos amigos es una soledad pura y miserable, que sin ella el mundo no es más que un desierto y que incluso en este sentido de soledad, nadie en su naturaleza y emociones puede; En el marco, no apto para la amistad, la toma de las bestias, no de los humanos.
Uno de los principales resultados de la amistad es la relajación y liberación de la plenitud y la hinchazón internas que son causadas e inducidas por todo tipo de pasiones. Sabemos que el cese de la enfermedad, y de la asfixia, es más peligroso en el cuerpo; en la mente no hay mucho más; se puede abrir el hígado con salsa, el bazo con acero, los pulmones con flores de azufre, el cerebro de castóreo; ningún recibo puede abrir el corazón, sólo un verdadero amigo puede abrir su corazón al dolor, la alegría, el miedo, la esperanza, la duda, el consejo y todo lo que se apremia en su corazón, en forma de confesión o confesión civil. en ellos.