El método de juego de roles no es sólo un método de evaluación que requiere que los sujetos desempeñen roles de gestión específicos para observar sus diversas actuaciones y comprender sus cualidades psicológicas y capacidades potenciales, sino que también es uno de los métodos más eficaces. El método requiere que los sujetos desempeñen roles conductuales designados y evalúen y proporcionen retroalimentación sobre su desempeño conductual a través de simulaciones situacionales, ayudando así a los sujetos a desarrollar y mejorar habilidades conductuales. La teoría del juego de roles se desarrolla sobre la base de la teoría del rol de Mead y la teoría del aprendizaje social de Bandura.
A través del método del juego de roles se puede evaluar el comportamiento de los sujetos en la simulación de situación, así como su calidad psicológica y diversas habilidades potenciales. Puede medir las cualidades psicológicas del sujeto, como personalidad, temperamento, aficiones, etc. y también puede medir las habilidades potenciales del sujeto, como la capacidad de juicio social, la capacidad de tomar decisiones y la capacidad de liderazgo.
La teoría del aprendizaje social del psicólogo estadounidense Bandura es también la base teórica para que los juegos de roles moldeen el comportamiento humano. La teoría del aprendizaje social cree que el comportamiento social humano se adquiere mediante el "aprendizaje por observación".
El comportamiento de los modelos a seguir, especialmente las figuras respetadas, tiene un efecto de refuerzo indirecto. El refuerzo vicario también es un proceso cognitivo, que incluye la observación e imitación del modelo a seguir, es decir, observar el comportamiento y los resultados del modelo a seguir y comprender cómo utilizar este comportamiento. Bajo la influencia de este tipo de refuerzo vicario, aunque no se toman medidas directas, se producirán un gran número de consecuencias conductuales. Esto ha sido confirmado por una gran cantidad de experimentos.
Por lo tanto, proporcionar a las personas estímulos conductuales correctos, bellos y estandarizados desde una perspectiva positiva ayudará a las personas a desarrollar buenos hábitos y cambiar malos comportamientos.