Existe una famosa ley 8020 en el ámbito de la gestión que dice que normalmente el 80% de los beneficios de una empresa provienen del 20% de sus proyectos. Esta ley 8020 se ha ampliado una y otra vez:
Los economistas dicen que el 20% de la gente posee el 80% de la riqueza. Los psicólogos dicen que el 80% de la sabiduría humana se concentra en el 20% de las personas.
El 20% de las personas disfrutan del 80% del amor del mundo, e incluso manejan el 80% de los trámites de divorcio del mundo. Este 20% de personas siempre está amando y siendo amado, mientras que el 80% restante no tiene más remedio que buscar y perseguir.
El 20% de las personas experimenta el 80% de las alegrías y tristezas de la vida, y experimenta el 80% de la emoción y los altibajos, mientras que el 80% de las personas vive más en días aburridos.
El 20% de las personas puede realizar el 80% de sus deseos, mientras que el 80% de las personas sólo puede realizar el 20% de sus deseos.
El 20% de la gente puede obtener el 80% de los beneficios, dejando al 20% pobre para que el 80% de la gente se rompa la cabeza y pelee por una pelota.
Incluso si te invitamos a comer, el 20% de los invitados comerán el 80% de la buena comida. Si no me cree, inténtelo.
La semana pasada estuve exhausto. Además de ocuparse de su propio trabajo, también se vio obligado a hacer mucho trabajo extra. Se dice que en cualquier unidad el 20% de la gente hace el 80% del trabajo.
Inmediatamente pensé, ¿por qué siempre estoy en el equipo equivocado?
Cuando quiero hacer el 20%, a menudo estoy en el 80%, pero cuando finalmente llego al punto en el que quiero estar en el 80%, ¡tengo que hacer el 20%!
Qué lamentable que la ley 8020 funcione de esta manera en una persona. No hay duda de si esto es absolutamente justo. ¡Es absolutamente injusto!
Cuando es tu turno, la ley 8020 suele ser así: el 20 % de las personas tienen un 80 % de mala suerte, o el 80 % de las personas estiran el cuello para ver el 20 % de buena suerte de los demás. ¡Qué triste!
De hecho, la ley 8020 ha sido expresada durante mucho tiempo por otro dicho chino, es decir, nueve de cada diez veces, la vida será insatisfactoria.
Alguna vez amaste a alguien hasta el cien por cien. Hoy te enamoras de otra persona, pero ya no eres el mismo de antes. Ya no puedes amar a alguien al 100%. Cuando una persona envejece o crece, ha experimentado demasiadas cosas y ha visto demasiadas alegrías y tristezas, y ya no puede volver a la etapa del 100%. El 80% ya es el límite. Esos 100% años resultaron ser los mejores días de la vida.