El caballo mongol es una de las razas de caballos más antiguas del mundo y tiene un carácter y espíritu únicos. Hay un proverbio en Mongolia Interior que dice que el viento y las nubes que vuelan a miles de kilómetros de distancia no pueden seguir el ritmo del caballo que viaja a cientos de kilómetros de distancia. Aunque el caballo mongol es de baja estatura, tiene un cuerpo fuerte y una vitalidad tenaz. Ningún clima ni entorno hostiles pueden impedir que el caballo mongol avance. En el viento, las heladas, la lluvia y la nieve de los pastizales, podemos galopar libremente y lograr grandes resultados sin temor a las dificultades, lo que ha creado el carácter y el espíritu únicos del caballo mongol.
La buena resistencia es una de las características más importantes de los caballos mongoles. Generalmente, los caballos mongoles pueden caminar 150 kilómetros al día y caminar continuamente durante 10 a 15 días. Los caballos mongoles tienen sed y no necesitan ser alimentados después de viajar largas distancias. Cuando se encuentran con tormentas de nieve, desastres de viento, mosquitos y lobos, los caballos, al igual que las tropas de campaña de élite, automáticamente reducen sus estándares alimentarios. No son quisquillosos con la comida ni anoréxicos, y roen malas hierbas amargas y espinosas para mantenerse con vida.