¿Cómo pueden los padres criticar a sus hijos para lograr mejores resultados?

Los padres también deben prestar atención a los métodos a la hora de criticar a sus hijos. Para lograr mejores resultados, deben hacer lo siguiente: Primero, distinguir la ocasión. En segundo lugar, preste atención a su redacción. En tercer lugar, esto no está bien. Cuarto, tratamiento de frío adecuado.

En primer lugar, a la hora de criticar a los niños hay que prestar atención a la ocasión. No critique a su hijo en público o en público, y no critique a su hijo frente a familiares, amigos o compañeros del niño. Esto puede hacer que el niño se sienta avergonzado, tenga una autoestima gravemente dañada y cree un conflicto interno. No importa lo que digan los padres, los niños no escucharán. En este caso, el efecto de la crítica, por supuesto, no es evidente e incluso puede tener el efecto contrario.

Si los padres quieren criticar y educar a sus hijos, deben hacerlo en privado, encontrar tiempo para estar solos o en un espacio privado, comunicarse bien con sus hijos, salvar las apariencias ante sus hijos y no avergonzar a sus hijos. Esto puede tener un muy buen efecto.

En segundo lugar, preste atención a la redacción. Los padres critican a sus hijos para ayudarlos a corregir sus defectos y crecer mejor. Sus intenciones son buenas, pero deben tener cuidado con sus palabras para no herir su autoestima. Incluso si estás enojado, ten paciencia y no digas cosas extremas. Por ejemplo, palabras como "No tienes remedio", "¿Por qué eres tan estúpido?", "¿Por qué no eres tan bueno como los demás?", etc., son muy perjudiciales para los niños.

Al principio, quería que el niño corrigiera sus defectos. Sin embargo, cuando esto sucede, es muy fácil provocar la psicología rebelde del niño y dañar su autoestima. Si las cosas siguen así, los niños tendrán cada vez menos confianza y serán incapaces de lograr los resultados ideales de sus padres.

En tercer lugar, los padres que critican a sus hijos deben ser objetivos y racionales, centrándose en cómo animar a sus hijos a corregir sus defectos, en lugar de culparlos ciegamente. Deberíamos discutir el asunto tal como está, en lugar de repetir viejos tópicos, y explicar claramente a nuestros hijos la situación actual, lo que hemos hecho mal y cómo mejorarlo.

Los padres primero deben calmarse, no emocionarse, no obsesionarse con los errores de sus hijos, sino centrarse en cómo corregir los defectos de sus hijos y centrarse en discutir este asunto en lugar de discutirlo a ciegas. criticar.

En cuarto lugar, gestionar adecuadamente las críticas de los padres hacia sus hijos. A veces, los niños no quieren ni quieren aceptarlo con calma, e incluso pueden tener emociones fuertes y palabras impulsivas. En este momento, los padres deben calmarse, adoptar una actitud indiferente y manejar el asunto de forma adecuada. Espere a que el niño piense con calma y se calme antes de comunicarse.

Si ambas partes están muy emocionadas y solo piensan desde su propia perspectiva, es muy fácil intensificar el conflicto e incluso olvidar cuál es el punto del conflicto. Al final, solo se convierte en una pelea, y claro. Por supuesto, no hay efecto de comunicación.

Los padres también deben prestar atención a las formas y medios de criticar a sus hijos, en lugar de simplemente culparlos. Deben contener sus emociones, comunicarse con sus hijos por igual, señalar objetivamente sus defectos, mirar las cosas de manera diferente a los demás, prestar atención a las palabras apropiadas, salvar las apariencias de sus hijos y no dañar la autoestima de sus hijos.