Estilo parental: la clave para moldear la confianza en sí mismos de los niños

El estilo de crianza de los padres es la tendencia de comportamiento de los padres en el proceso de criar a sus hijos. Refleja las características del comportamiento de los padres y forma un estilo relativamente estable. Los padres, como primeros maestros de sus hijos, desempeñan un papel vital en el cultivo de la confianza en sí mismos de sus hijos. Este artículo profundizará en el impacto de los estilos de crianza de los padres en la confianza en sí mismos de los niños y ayudará a los padres a crear un buen ambiente para el crecimiento de sus hijos.

Tipo degenerado

Satisfacción excesiva de las necesidades de los niños, todo está centrado en los niños. Los niños que crecen en este entorno pueden ser emocionalmente inestables, egoístas, orgullosos o inferiores, tener bajas capacidades y una voluntad débil. Pueden carecer de confianza en sí mismos y desarrollar fácilmente caracteres de dependencia, cobardía y baja autoestima. Cuando crezcan para competir con la sociedad, es posible que les falte confianza en sí mismos e independencia porque no pueden soportar ningún revés psicológico.

Tipo autocrático

Obliga a los niños a actuar de acuerdo con los deseos de sus padres, no permite errores ni errores y con frecuencia utiliza el castigo para hacer cumplir la ley. Los niños que crecen en este tipo de familias pueden sentirse inseguros y dudar de su sentido de pertenencia.

Laissez-faire

Adoptar una actitud indiferente y de laissez-faire hacia el comportamiento de los niños. Es posible que los niños de esas familias no reciban las normas de conducta y el refuerzo necesarios, lo que da lugar a una falta de responsabilidad social y autocontrol. Al mismo tiempo, debido a la falta de cuidado y educación de los padres, los niños pueden sentir que no son importantes en la familia y perder su sentido de pertenencia.

Tipo democrático

Trate a los niños con confianza, respeto e igualdad, preste atención a la inspiración y la orientación, y déles libertad y libertad. Los niños que crecen en un ambiente familiar democrático suelen ser alegres, tenaces, positivos, confiados y capaces de vivir en armonía con los demás.