Para evitar convertirte en un "mal entrepierna", debes mantener un estado mental pleno, ser capaz de mantener la confianza en ti mismo, tener tus propias ideas y pensar de forma independiente. Siempre debemos prestar atención a nuestra propia imagen, prestar atención a nuestra vestimenta y vestimenta actual, y no dejar que los demás tengan una mala impresión visual de nosotros porque estamos andrajosos o descuidados.
Aunque “mala entrepierna” no queda bien, también nos enseña una verdad, es decir, todo lo que tiene defectos tiene su vitalidad y valor. También nos dice que todos podemos encontrarnos con reveses y fracasos, pero en ese estado debemos tener confianza, ser proactivos y afrontar nuevos desafíos y oportunidades.