Es necesario calentarlo en todo momento durante su uso.
Esto se debe a que la función principal del aparato de disolución es simular la disolución de fármacos a partir de soluciones en el cuerpo humano para evaluar la velocidad de liberación y las características de disolución del fármaco. La velocidad de disolución de los fármacos suele estar relacionada con la temperatura. El calentamiento puede aumentar la solubilidad del fármaco en la solución, acelerando así el proceso de disolución del fármaco.
En los experimentos con aparatos de disolución, las muestras de fármacos generalmente se colocan en un medio de disolución que contiene una solución simulada del cuerpo humano y luego se calientan para aumentar la temperatura de la solución. El calentamiento puede aumentar el movimiento térmico de las moléculas en la solución, lo que facilita que las moléculas del fármaco interactúen con las moléculas del disolvente, promoviendo así la disolución del fármaco. Además, el calentamiento también puede reducir el espesor de la capa de difusión entre el soluto y el disolvente, aumentar la velocidad a la que las moléculas del soluto llegan al disolvente mediante difusión y, por tanto, acelerar la velocidad de disolución del fármaco.