Desventajas de la gestión pesquera

Las relaciones interpersonales son diferentes al consumo. No se trata de cómo elegir una excelente pareja, sino de cómo convertirse en una excelente pareja. Esto es cierto entre amigos, y más aún entre amantes. Sin embargo, la gente no siempre quiere realizar una transacción que genere pérdidas, pero las relaciones son recíprocas. Según esta lógica, si nadie quiere realizar una transacción que genere pérdidas, será muy difícil tomar una decisión que genere ambas cosas. fiestas felices.

La gestión pesquera no se trata de enseñar a las personas cómo ser responsables del matrimonio, sino de enseñarles a disfrutar de mejores alternativas que puedan aparecer. Por lo tanto, la profundidad de la relación no se profundiza constantemente, sino que se vuelve cada vez más delgada, y finalmente se vuelve tan delgada como una capa de papel. Una vez que esta capa de papel es perforada por el "pez", la víctima final suele ser el propio gerente.

Otra característica única de los gestores pesqueros es el fenómeno del "envenenamiento por amor". Los adictos al amor necesitan confirmar el valor de su propia existencia a partir del fenómeno de "tener muchos pretendientes". Al igual que un alcohólico que necesita constantemente la estimulación del alcohol, un adicto al amor se sentirá vacío y temeroso de un entorno donde nadie lo ama.

Una vez que un "pez" abandona la pesquería, el administrador de la pesquería necesita agregar sangre fresca y quiere atrapar "selectivamente" tantos peces como sea posible. Carecen de la sensación de seguridad y confianza para confiarse completamente a una sola persona en busca de amor, y sólo pueden obtener la felicidad con la ilusión de "tener muchos amantes potenciales que les den amor".

Pero el amor no es una elección. Lo importante no es tener muchos perseguidores "tipo libélula", sino tener una persona que pueda lograr la combinación de espíritu y cuerpo y pueda confiar su alma. El amor es mutuo. Sólo cuando dedicas amor desinteresado a la otra persona, ésta puede abrirse a ti y asumir la responsabilidad. Ser capaz de "manejar" a muchos pretendientes puede parecer a primera vista una gran confianza en sí mismo, pero detrás hay una mentalidad cobarde, porque este tipo de control en realidad carece del coraje para "amarte tanto como yo me amo a mí mismo".