1. Establezca reglas: En primer lugar, los padres deben establecer reglas de casa claras para sus hijos para que sepan lo que pueden y no pueden hacer. Estas reglas deben ser justas y no estar sesgadas debido a la edad o el sexo del niño.
2. Consistencia: Una vez establecidas las reglas, los padres deben cumplirlas y no ceder debido al llanto o las súplicas de sus hijos. Esto puede ayudar a los niños a establecer buenos hábitos de comportamiento.
3. Predicar con el ejemplo: Los padres son modelos a seguir para sus hijos, y sus acciones afectarán directamente a sus hijos. Por ello, los padres necesitan educar a sus hijos a través de sus propios comportamientos, como obedecer las reglas y respetar a los demás.
4. Orientación activa: Cuando los niños hacen algo mal, los padres deben guiar con una actitud de comprensión y aceptación en lugar de culpabilizar y castigar. Esto puede ayudar a los niños a desarrollar la capacidad de autorreflexión y corregir errores.
5. Cultivar el sentido de responsabilidad: los padres pueden dejar que sus hijos participen en la vida familiar y cultivar el sentido de responsabilidad de sus hijos asignándoles tareas domésticas.
6. Aliento y elogios: cuando los niños hacen algo bien o progresan, los padres deben alentarlos y elogiarlos oportunamente, lo que puede mejorar la confianza en sí mismos de los niños y estimular su entusiasmo.
7. Castigo apropiado: Los padres pueden proporcionar un castigo apropiado por algunas faltas graves, pero el método de castigo debe ser una orientación educativa, no un castigo corporal o una tortura mental.
En general, educar a los "niños traviesos" requiere de la paciencia y sabiduría de los padres, que deben tratar a sus hijos con comprensión, aceptación y amor, y ayudarlos a establecer buenos hábitos y valores de comportamiento.