Experimentos y limitaciones de los soñadores comunes
Experimentos y limitaciones de los soñadores lúcidos
Posibles teorías
Mis suposición personal.
Direcciones dignas de experimentos futuros
1. Experimentos con soñadores comunes:
William Dement, el padre de la medicina del sueño, realizó dos experimentos en los años 1950. Una es pedirle al soñador que escriba palabras que describan su sueño. Descubrió que cuantas más palabras, más largo era el sueño. Otro experimento consistió en despertar a los soñadores y preguntarles cuánto tiempo llevaban soñando. En comparación con el tiempo real, el 83% de las personas emitieron juicios consistentes con el tiempo real. Concluyó que la velocidad a la que pasa el tiempo en los sueños coincide con la realidad.
Las limitaciones de estos dos estudios son muy obvias: primero, la correlación entre las palabras y el tiempo, que tiene mucho que ver con la capacidad descriptiva y la memoria de las personas, y hay demasiadas variables. La segunda es que el 17% de las personas tienen una brecha entre su sentido del tiempo en los sueños y su sentido de la realidad, lo que probablemente significa que los "sueños largos" no ocurren con frecuencia. Finalmente, este estudio puede ser demasiado largo y no encontré el artículo original. La magnitud aparente de estas correlaciones es cuestionable.
En definitiva, estos dos estudios explican la mayoría de los casos, pero no pueden explicar casos especiales.
No existe diferencia entre el tiempo en los sueños y la realidad. En 2004, los investigadores Urlacher y Schrader llevaron a cabo un experimento con cinco soñadores lúcidos avanzados, pidiéndoles que hicieran las siguientes cosas en orden durante sus sueños y que utilizaran movimientos oculares "izquierdo y derecho" al principio y al final de cada etapa para marcar:
De pie en un sueño lúcido
Contando del 21 al 25.
Haz 10 sentadillas
Cuenta del 21 al 25.
Los resultados mostraron que el tiempo dedicado a contar en los sueños y en la realidad era aproximadamente el mismo, pero el tiempo dedicado a ponerse en cuclillas en los sueños lúcidos era un 40% más largo que en la realidad.
En 2013, Erlacher y Schredl también realizaron experimentos sobre la forma, duración y complejidad de las tareas en los sueños lúcidos. O busque un soñador lúcido experimentado para realizar tres experimentos en secuencia:
Deje que cinco personas cuenten hasta 10/20/30 mientras están despiertos y soñando, respectivamente, y márquelas con movimientos oculares;
Dejemos que 8 personas caminen 10/20/30 pasos respectivamente;
Hacer que ocho personas hagan gimnasia equivale a caminar 10 pasos.
El resultado es que la mayoría de las personas pasan más tiempo contando, caminando y haciendo movimientos en sueños que en la realidad, y la diferencia en el movimiento muscular también es más obvia. Los autores especulan que esto se debe a una falta de retroalimentación muscular en los sueños lúcidos o a un procesamiento neuronal lento durante el sueño REM.
Descubrí que en cada experimento siempre hay 1-2 personas que pasan menos tiempo soñando, pero el poco tiempo no es obvio. Esto sugiere que es posible experimentar tiempos de sueño más prolongados que los reales durante los sueños lúcidos.