1. Afecta el bien y el mal del niño. Los estándares de los niños para juzgar el bien y el mal se forman gradualmente en el proceso de crecimiento, principalmente por parte de los adultos, especialmente los padres. Los niños a menudo se sienten perdidos cuando sus padres no están de acuerdo. Con el tiempo, el sentido del bien y del mal del niño se volverá borroso.
2. No favorece el cultivo de la capacidad de autocontrol de los niños. La capacidad de autocontrol se refiere a la capacidad de una persona para controlar y dominar su propio comportamiento. Se forma y desarrolla gradualmente desde la niñez y requiere la ayuda y el apoyo de los padres. Cuando un niño realiza una determinada conducta, si sus padres la afirman o niegan unánimemente, sabrá si tiene razón o no, aprenderá a continuar o detener esta conducta y corregirla en un nuevo entorno, desarrollando así su capacidad de autocontrol. Sin embargo, si sus padres no están de acuerdo y el niño vuelve a encontrarse con la misma situación, no sabrá qué hacer y mucho menos corregir conscientemente su comportamiento incorrecto.
3. Reducir el prestigio de los padres. La paternidad inconsistente también afecta directamente la autoridad parental. Cuando los padres no están de acuerdo sobre cuestiones educativas, especialmente cuando se pelean o incluso se niegan mutuamente delante de sus hijos, los niños sospecharán de sus padres, reduciendo así su propio prestigio y afectando la eficacia de la educación.