Los padres se encargan de todo.
Una educación familiar en la que los padres se ocupan de todo hará que los niños pierdan la iniciativa y desarrollen hábitos de pereza. Los padres deben guiar adecuadamente a sus hijos y dejarles aprender a manejar las cosas por sí solos.
El mal hábito de la procrastinación
En familias donde los padres son supervisores y propensos a perder los estribos, los niños son propensos a desarrollar el mal hábito de la procrastinación. Los padres deben guiar pacientemente a sus hijos para que aprendan a concentrarse y mejorar la eficiencia.
No critiques a tus hijos.
El hecho de que los padres señalen con el dedo puede interrumpir fácilmente el pensamiento de sus hijos, e incluso criticarlos después de que hayan terminado de expresarse dañará su perseverancia y paciencia. Los padres deben animar y aconsejar a sus hijos para que puedan seguir progresando a medida que crecen.
Guía a los niños a crecer.
Los padres deben guiar a sus hijos en su crecimiento, dejarles aprender a manejar las cosas por sí mismos y mejorar su eficiencia y autonomía. Los padres deben brindar orientación y consejos cuando sus hijos cometan errores, para que puedan seguir progresando a medida que crecen.