La eritromicina, el éster de eritromicina y la claritromicina pueden inhibir las enzimas hepáticas y son similares a la carbamazepina, el ácido valproico, el fentanilo y el astemizol, la terfenadina, la cisaprida, la ciclosporina y la digoxina. , warfarina, teofilina, lovastatina, midazolam, triazolam, ergotamina y dihidroergotamina pueden aumentar la cantidad de los medicamentos anteriores cuando se usan juntos.
La infusión intravenosa rápida de macrólidos puede provocar cardiotoxicidad, que se manifiesta principalmente como anomalías de la repolarización del electrocardiograma, arritmias, prolongación del intervalo Q-T, torsade de pointes e incluso síncope o muerte súbita.
El etilsuccinato de eritromicina puede causar daño hepático y cambios en las enzimas hepáticas y no debe combinarse con otros fármacos hepatotóxicos.
Cuando los antibióticos macrólidos se utilizan en combinación con cloranfenicol o lincomicina, compiten por los sitios de unión de los fármacos y producen efectos antagónicos.