Estimular la conciencia financiera
Enseñar a los niños a no compararse con los demás, a no gastar dinero indiscriminadamente, hacerles saber el valor del dinero y aprender a gestionarlo es la primera prioridad. Los padres pueden guiar a sus hijos en la planificación financiera y las decisiones de compras proporcionándoles algo de dinero de bolsillo, para que puedan conocer su poder adquisitivo y comprender la importancia del dinero.
Desarrollar un sentido de independencia
Anima a los niños a ganar su propio dinero y administrar su propio dinero de bolsillo, por ejemplo, permitiéndoles participar en las tareas domésticas y en actividades de voluntariado. De esta manera, los niños pueden aprender la capacidad de ganar dinero y administrar el dinero de bolsillo en la vida diaria, al mismo tiempo que obtienen una comprensión más profunda del origen y el valor del dinero.
Crear valores correctos
Hacer que los niños comprendan que lo valioso en el consumo no son las cosas materiales, sino la calidad de vida. Anime a los niños a centrarse en la calidad, la practicidad y la durabilidad, en lugar de simplemente buscar marcas y popularidad. Los padres pueden ayudar a sus hijos a aceptar diferentes culturas, emociones y el verdadero significado de una vida mejor leyendo más y aprendiendo más.
Desarrollar habilidades interpersonales
Los familiares y amigos pueden desarrollar las habilidades interpersonales de los niños y, en el proceso, enseñarles cómo controlar sus patrones de gasto y consumo. Aprender a comunicarse correctamente con las personas desde la infancia no sólo es una ventaja en la carrera, sino también una garantía para evitar el consumo excesivo en la vida futura.
Ayudar a establecer metas futuras
Los niños necesitan tener metas, que pueden ayudarlos a mejorar su autodisciplina. Los padres pueden ayudar a sus hijos a aclarar su dirección futura, guiarlos para que establezcan una base sólida, reducir los problemas y el desperdicio innecesarios y dejar que sus hijos sepan mejor cómo usar el dinero.