1. Período de recuperación de la posguerra
Después de la guerra, la economía japonesa se encontraba en un estado de caos y agotamiento extremo. El nivel de producción de la industria y la minería era sólo una séptima parte del de 1941, y una grave crisis alimentaria e inflación se extendieron por todo el país. Las fuerzas de las Naciones Unidas que dominaban Japón en ese momento apuntaban a la democratización y desmilitarización económica y se concentraban en promover tres políticas: desmantelar los chaebols, descentralizar el control de la economía por parte de unas pocas empresas y establecer derechos laborales. Después de que mejoró el entorno económico, Estados Unidos comenzó a centrar su atención en ayudar a Japón a reconstruir su economía. Después del estallido de la Guerra de Corea, las "necesidades especiales" del ejército estadounidense estacionado en Japón estimularon en gran medida las actividades de producción e inversión de las empresas japonesas, y se restauró y desarrolló la fuerza potencial de la industria japonesa. A mediados de la década de 1950, la economía japonesa básicamente había regresado a los niveles anteriores a la guerra.
2. Período de rápido crecimiento (1955 ~ 1973)
A partir de 1955, la economía japonesa entró en un período de rápido crecimiento procedente del período de recuperación de la posguerra. Durante un período de unos 20 años de rápido crecimiento, desde la década de 1950 hasta finales de la de 1960, Japón mantuvo una tasa de crecimiento económico anual promedio de más del 10%. En términos del entorno económico externo, después de la década de 1960, Japón relajó gradualmente los controles comerciales y cambiarios de acuerdo con los requisitos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio. En 1964, Japón se convirtió en el octavo país con tratado del Fondo Monetario Internacional, lo que significa que en principio no implementará controles de divisas en las actividades comerciales. Posteriormente, Japón comenzó a liberalizar los flujos de capital y las empresas comenzaron a fusionarse entre sí. Con el rápido desarrollo de la economía, problemas como el aumento de los precios al consumidor y la contaminación ambiental han comenzado a plagar la economía y la vida nacional japonesas. A principios del decenio de 1970, el entorno internacional de la economía japonesa también experimentó grandes cambios.