En 1928, Sir Fleming descubrió el Penicillium, que puede matar bacterias mortales. La penicilina curó la sífilis y la gonorrea sin efectos secundarios aparentes en ese momento.
Del 65438 al 0936, la aplicación clínica de las sulfonamidas marcó el comienzo de una nueva era de la quimioterapia antibacteriana moderna.
La estreptomicina, el segundo antibiótico aislado en 1944 en la Universidad de Nueva Jersey, curó eficazmente otra terrible enfermedad infecciosa: la tuberculosis.
El cloranfenicol apareció en 1947, principalmente para tratar infecciones leves como la disentería y el ántrax.
La tetraciclina apareció en 1948 y fue el primer antibiótico de amplio espectro. En aquel momento parecía que no era necesario ningún diagnóstico para utilizarlo de forma eficaz. Hoy en día, la tetraciclina se utiliza esencialmente sólo en la ganadería.
Eli Lilly inventó la vancomicina en 1956, conocida como la última arma de los antibióticos. Debido a que tiene un triple mecanismo de esterilización contra la pared celular, la membrana celular y el ARN de las bacterias G, no es fácil inducir resistencia bacteriana.
Las quinoolonas aparecieron en los años 80. A diferencia de otros fármacos antibacterianos, dañan los cromosomas bacterianos y no se ven afectados por la resistencia al intercambio genético.
En 1983, las bacterias genéticamente modificadas se convirtieron en el principal medio de fabricación de antibióticos. La pureza de la muestra original aumenta.
En 1992, una variante de este fármaco fue prohibida en Estados Unidos por causar disfunción hepática y renal, pero todavía se utiliza en países en desarrollo.
El uso repetido de antibióticos puede provocar que las bacterias patógenas se vuelvan resistentes. Ésta es una de las razones por las que se debe evitar el uso excesivo de antibióticos. Se apunta al uso científico de los antibióticos. Por lo general, se recomienda realizar cultivos bacterianos y pruebas de susceptibilidad a los medicamentos, y seleccionar medicamentos extremadamente sensibles en función de los resultados de las pruebas de susceptibilidad a los medicamentos para evitar la ceguera y lograr buenos efectos terapéuticos.