La metáfora de la educación

Árboles grandes y árboles pequeños

Cuando nuestros hijos son pequeños, nuestra relación con ellos es como un árbol grande y un árbol pequeño. El árbol pequeño echó raíces no lejos del árbol grande. Al árbol grande le preocupaba que el árbol pequeño fuera derribado por el viento, quemado por el sol o mojado por la lluvia, por lo que intentó por todos los medios extender sus ramas para proteger al árbol pequeño del viento y la lluvia. Los árboles pequeños crecieron lentamente y comenzaron a quejarse de que los árboles grandes bloqueaban la luz del sol sobre sus cabezas y restringían su crecimiento. El árbol grande está muy triste, sabiendo que el árbol pequeño necesita pasar por el viento y la lluvia para crecer, pero las ramas que han sido estiradas no se pueden retirar.

Como árbol grande, debes mantener una cierta distancia del árbol pequeño cuando es joven para evitar que el árbol pequeño crezca bajo tu propia sombra. Lo único que necesita el arbolito es compañía y aliento.

Puertos y veleros

A medida que nuestros hijos crecen, nuestra relación con ellos es como un puerto en calma y un velero. Quiero que mis hijos estén conmigo, quiero que mis hijos se vayan zarpando. Como velero, eventualmente zarpará y abandonará el puerto con infinitas preocupaciones y expectativas.

Viejo hogar y nuevo hogar

Cuando nuestros hijos se casan, nuestra relación con nuestros hijos se convierte en nuestro antiguo hogar y nuestro nuevo hogar, la reunión anual se convierte en un lujo, y cada separación puede ser Despedida. Sólo hay una frase que podemos enseñar a nuestros hijos: presta atención a tu propia salud y conténtate con lo que tienes.

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