No importa cómo estés
Deprimido,
Llorando,
Triste,
Enojado,
Aunque peleéis,
aún tendréis hambre. Es realmente divertido pensar de esta manera. Verás, no importa cuál sea tu estado de ánimo, si no hay comida en tu estómago, gruñirás desobedientemente.
De hecho, es precisamente gracias a esto que nos recuperaremos. Porque sentimos hambre porque nuestro cuerpo funciona con normalidad.
Poder decirte a ti mismo “de todos modos comamos primero” es mucho más importante que estar triste y exigente.
Tal vez sea Dios dándonos la oportunidad de cambiar nuestro estado de ánimo.