La llamada educación de la frustración se refiere a dejar que los educados sufran reveses en el proceso educativo, estimulando así el potencial de los educados, a fin de lograr el propósito de permitirles dominar el conocimiento y mejorar sus habilidades. para resistir la frustración. En el proceso educativo es muy necesario educar a los educados sobre las frustraciones.
El famoso educador Makarenko una vez nos advirtió seriamente que una educación sobre castigos razonable y apropiada no sólo es razonable, sino también muy necesaria. Experimentar ciertos contratiempos favorece la formación de una voluntad fuerte en los niños. A partir de las características psicológicas de los niños, las actividades sexuales ocasionales de los niños ocupan una posición dominante. Por lo tanto, bajo el nuevo concepto educativo, se debe enseñar más a los niños sobre los contratiempos y dejarlos levantarse después de una caída. Este es un proceso de formación muy importante para los niños, que no sólo fortalece su voluntad sino que también ejercita su capacidad para superar las dificultades.