En otras palabras, en la vasta galaxia, hay un planeta diminuto. La habían mantenido en la oscuridad durante mucho tiempo. No sé cuándo empezó a adorar al sol, a enamorarse del sol sin motivo alguno y a anhelar su calor. Así que dio con valentía un paso que nunca se había atrevido a dar. Aprendió a trabajar duro y luchar. Sólo espera que algún día, como los ocho planetas, reciba la primera atención del sol. Esto parece infantil, incluso ridículo. Pero lo hizo y recibió todo el amor que esperaba. Quizás este amor del sol originalmente le pertenecía a ella, pero simplemente no fue descubierto.
Por otro lado, ese asteroide soy yo, y ese sol es mi sol favorito y mi profesor de chino. Aunque me gustaba, todavía tenía miedo de tener contacto real con ella, así que elegí una forma especial de comunicarme con ella fuera de la escuela, a través de Internet. Aquí, al charlar con ella, puedo decir lo que quiera y hacer lo que quiera sin ocultar mi alegría o tristeza. ¡Puedo creer completamente que ella es solo mi amiga y que no existe una brecha en el amor entre maestro y estudiante! Ella siempre me anima y me apoya, haciéndome saber lo hermosa que es la vida, lo importante que es el aprendizaje y lo difícil que es lograr la felicidad. Me sentí muy feliz durante ese tiempo. De regreso a la realidad, volvimos a encontrarnos en la realidad. Nos convertimos en los extraños más familiares y en los amigos más extraños. Y por la promesa de "medio centenar de cigarrillos, un caballo de hierro, pelear con otros, sólo por ti", no me atrevo a volver a contactarla. Esa es una tristeza completamente diferente a la pérdida. Tal vez lo que hice realmente no sea lo suficientemente bueno y no merezco demasiadas cosas buenas que tal vez no me pertenezcan. Quizás, unos años más tarde, me vaya desvaneciendo poco a poco en su limitada memoria hasta desaparecer. Pero siempre recordaré su amabilidad hacia mí y nunca olvidaré agradecerle por despertar el universo oscuro en mi corazón.
No sé cuánto tiempo puede volar el meteoro y no sé si vale la pena seguirlo. No sé cuánto tiempo florecerán los cerezos y si vale la pena esperar por ellos, pero sé que no importa cuál sea la realidad, ya sea que la tenga o la pierda, siempre será el sol deslumbrante y eterno en mi corazón...