Cuando salgas después del trabajo, mira hacia arriba y observa la vista amplia. Las estrellas brillan y hay algunas nubes flotando en el cielo azul oscuro, a veces como un grupo de niñas persiguiendo y jugando felices, a veces como un grupo de niños abrazándose y parados cálidamente en el cielo, sin querer irse; mucho tiempo. Una luna brillante lo embellecía, protegiéndote con calidez. No hay refugios ni obstáculos. Cuando miras hacia arriba, puedes ver una gran extensión de cielo. Es muy abierto y agradable a la vista, y gran parte de la neblina se disipa de repente en tu corazón.
El cielo por la noche está muy tranquilo. Este lugar está lejos del bullicio, lejos de la complejidad, lejos de los problemas. Solo quedamos yo y el cielo que es de todos, donde puedes tener ensueños ilimitados y vagar infinitamente. Sin insultos, sin acusaciones, sin problemas. Deja que tus pensamientos floten, flotando en la brisa, bajo el cielo, dispersos en tu corazón.
Si un día te sientes cansado y agotado después de un día de lucha, recuerda mirar al cielo. Su inmensidad desvanecerá tu melancolía, su tranquilidad estabilizará tu mente y su brisa te hará sentir feliz y relajado. Mira al cielo, haz las paces contigo mismo, deja que la noche sane todo el dolor y abraza el amanecer con entusiasmo.