Póngase en el lugar de otra persona. A veces hay que ver las cosas desde la perspectiva de su hijo. ¿Harás esto?

Haré esto porque nunca creo que los padres sean arrogantes al educar a sus hijos. En cambio, veo a los niños como individuos, incluso a una edad temprana, como seres humanos que pueden comunicarse. Por lo tanto, al educar a los niños, es necesario pensar en los problemas y comunicarse desde la perspectiva del niño. Ésta es una forma eficaz de abordarlos.

Primero, abandonar los prejuicios

A la hora de educar a sus hijos, muchos padres piensan que “yo di a luz al niño, por eso debe escuchar todo lo que le digo”. Este es un pensamiento realmente aterrador porque esta forma de pensar es subjetiva. Los padres deben renunciar a su propia forma de pensar y a sus prejuicios hacia sus hijos. Los adultos también han pasado por esto desde pequeños. Están en la misma situación, por lo que no es necesario tratarlos de forma diferente.

Y los adultos no deberían imponer exigencias demasiado altas a sus hijos, como pedirles que sean sensatos y obedientes como los adultos. Los niños son niños porque son inocentes a esta edad. Cuando los padres abandonen estos estereotipos y utilicen la forma de pensar de sus hijos para ver los problemas, descubrirán que el pensamiento de los niños no es realmente complicado, pero muchas veces los padres complican las cosas.

En segundo lugar, lograr una verdadera empatía

La mayoría de las diferencias entre padres e hijos se deben a que los padres sólo piensan en los problemas desde su propia perspectiva y nunca desde la perspectiva de sus hijos. problema, por lo que en este momento debes ponerte realmente en el lugar de la otra persona, no sólo hablar. Tenemos que ponernos en el lugar de los niños cuando suceden cosas. Después de todo, cada uno tiene sus propias opiniones e ideas.

La posición ha cambiado y la perspectiva de mirar el problema también cambiará. De esta manera, los padres podrán comunicarse bien con sus hijos cuando tengan problemas, y ningún padre dirá que sus hijos siempre se contradicen. Esta forma de manejar las cosas también acercará la distancia entre padres e hijos, de lo contrario será demasiado tarde para compensarla.