Si planeas almacenar la carne por más de unos pocos días, puedes dividirla en porciones apropiadas y colocarlas en bolsas herméticas o para congelar, luego guárdalas en el congelador. La temperatura habitual del congelador está entre -18°C y -24°C, lo que puede prevenir eficazmente el deterioro de los alimentos y el crecimiento bacteriano. Sin embargo, la textura de la carne congelada puede cambiar después de la descongelación, por lo que el tiempo de congelación debe controlarse dentro de un tiempo razonable. rango.
En definitiva, la carne fresca se conserva mejor en el congelador para garantizar su frescura y calidad.