El teléfono fue inventado por el estadounidense A.G. Bell en 1876. Usó dos cables para conectar dos transmisores y receptores con la misma estructura y un diafragma en el electroimán, conectando primero los dos extremos. Sin embargo, la distancia de llamada es corta y la eficiencia es baja. Los micrófonos de carbono aparecieron en 1878, mejorando enormemente la eficiencia de los micrófonos telefónicos. También se ha mejorado la estructura del receptor. Los primeros teléfonos eran teléfonos magnéticos, alimentados por sus propias baterías y que utilizaban un generador manual para enviar la señal de llamada. En 1880, aparecieron los teléfonos comunes, que funcionaban de forma centralizada mediante interruptores comunes, eliminando la necesidad de generadores manuales y baterías secas. En 1891, apareció el teléfono automático con dial giratorio. Podía enviar pulsos de marcación de CC, controlar la acción del interruptor automático, seleccionar al usuario llamado y completar automáticamente la función de transferencia. Llevando así la comunicación telefónica a una nueva etapa. A finales de la década de 1960, aparecieron los teléfonos totalmente electrónicos con pulsadores. Además de la señalización por pulsos, también aparece la señalización DTMF. Con el desarrollo de los conmutadores controlados por programas, los teléfonos de dos tonos se han vuelto cada vez más populares. Los circuitos telefónicos electrónicos se están desarrollando en la dirección de la integración, y los circuitos integrados específicos de teléfonos se han utilizado ampliamente en diversos componentes de los circuitos telefónicos. También surgieron varios teléfonos multifuncionales y teléfonos dedicados. A principios de la década de 1990, existía un teléfono con funciones de marcar, hablar y llamar integradas en un circuito integrado. Con el desarrollo de la tecnología de reconocimiento de voz, también está surgiendo un nuevo tipo de teléfono que marca directamente por voz.
El teléfono original (terminal) era un teléfono magnético compuesto por un generador en miniatura y una batería. Al realizar una llamada telefónica, el usuario utiliza un microgenerador manual para enviar una señal eléctrica para llamar a la otra parte, y la otra parte contesta el teléfono para formar un circuito de comunicación. Más tarde, en 1877, T.E. Edison inventó un micrófono de carbono y un cable de inducción que ampliaba la distancia de conversación. Ese mismo año se inventó el teléfono normal. En 1891, finalmente pasó a manos de A.B. Strandiao, quien inventó el teléfono automático.