Esté preparado. La educación para las dificultades puede enseñar a los niños a valorar los frutos de su propio trabajo y el de los demás, pero cada comida es un trabajo duro. Desarrollar un buen hábito de ahorro desde una edad temprana le traerá beneficios a lo largo de su vida.
La educación trabajadora también contribuye a templar la voluntad de los niños de soportar las dificultades y no darse por vencidos fácilmente en el trabajo y la vida futuros, lo que favorece el crecimiento de los niños y su conversión en personas fuertes y poderosas.