El pudín tiene dos capas de ingredientes, una es natilla y la natilla es una mezcla de huevos, crema espesa, leche y azúcar. Se solidifica tras calentarlo al baño maría y se vuelve terso, suave y cremoso. Luego está la salsa de caramelo, que se elabora con azúcar y agua. Derrita el azúcar hasta obtener un color ámbar oscuro y agregue agua. Cuando se enfría, el caramelo parece un caramelo duro, pero cuando se agrega a un frasco de vidrio y se hornea con las natillas, se transforma en un almíbar ligeramente amargo y dulce que combina perfectamente con las natillas.
Para el caramelo, combine el azúcar con 1 cucharadita de agua en una cacerola pequeña y cocine a fuego medio, revolviendo con una espátula de goma a fuego alto o una cuchara de madera. El azúcar se agrupará rápidamente pero eventualmente se derretirá formando una pasta de color ámbar intenso. Agrega 1 cucharadita de agua a la salsa y el caramelo burbujeará rápidamente. A medida que el caramelo se endurezca, divida rápidamente la salsa en frascos de vidrio.
Este pudín me gusta porque no es demasiado dulce y tiene un sabor ligero con la cantidad justa de pudín. Vienen en tarros separados y puedes prepararlos hasta con tres días de antelación. Aunque no me gusta mucho el caramelo, el sabor de este pudín es completamente diferente al caramelo que comemos habitualmente. Nos encanta este postre. No puedo decir mucho sobre esto. Espero que puedas intentarlo.