Como docente, ante todo, debes tener un fuerte sentido de responsabilidad y misión. Poner a los estudiantes en primer lugar, asumir conscientemente las responsabilidades y obligaciones de los educadores y ayudarlos a cultivar pensamientos y conceptos de vida buenos y saludables. En segundo lugar, al enfrentarse a los estudiantes, deben tener mucha paciencia, amarlos y no tener ningún prejuicio. Además, en el proceso de comunicación con los estudiantes, debemos ponerlos en pie de igualdad con nosotros mismos, respetar la dignidad personal de los estudiantes y comunicarnos con los estudiantes como amigos y actitudes que debemos otorgar gran importancia al aprendizaje y descubrimiento de los estudiantes; Los problemas de aprendizaje de los estudiantes de manera oportuna, brindan la orientación correcta. Además, debemos prestar atención a la salud física y psicológica de los estudiantes y comunicarnos constantemente con los padres sobre los problemas de aprendizaje y de vida de sus hijos para evitar ignorar los efectos adversos. Finalmente, siempre tenga presente su identidad como maestro, respete la ética docente, no haga cosas que violen la ética docente, preste atención a mejorar su calidad moral y comprenda la importancia de sus hábitos de comportamiento personal para los estudiantes.
Las malas conductas docentes que violan la ética docente deben abordarse con prontitud para evitar causar un daño enorme a los estudiantes.